MANIFIESTO DÍA INTERNACIONAL DE LAS PERSONAS MIGRANTES
En julio de 2000 la Asamblea General de la ONU reconocía el 18 de diciembre como Día Internacional de las Personas Migrantes. En 2013 el máximo organismo internacional reforzaba dicho reconocimiento con la aprobación de la Declaración del Diálogo de Alto Nivel sobre la Migración Internacional y el Desarrollo. Se trata de un documento en el que los estados miembros de la ONU coinciden en la necesidad de articular políticas con las que proteger los derechos fundamentales de las personas implicadas en el hecho migratorio, con especial énfasis sobre los grupos más vulnerables. La realidad sin embargo, nos presenta un panorama muy polarizado entre dos categorías de personas migrantes: aquellos que, desde el primer mundo, ejercemos libremente nuestro derecho al desarrollo personal eligiendo para ello el lugar del planeta donde este pueda darse con más garantías; y aquellos otros que, impelidos por el hambre, la pobreza, la guerra, la represión y, en definitiva, la miseria bajo cualquiera de sus formas, se ven forzados a abandonar sus lugares de origen para buscar destinos que hagan posible la edificación de una vida digna.
Los derechos de esta segunda categoría de personas migrantes son, precisamente, los más quebrantados por las actuales políticas estatales e internacionales y por las actitudes discriminatorias de parte de las poblaciones receptoras. Por este motivo los firmantes de este manifiesto, reclamamos que se cumplan las directrices acordadas en la Declaración del Diálogo de Alto Nivel sobre la Migración Internacional y el Desarrollo, a las que se comprometieron todos los estados integrantes de las Naciones Unidas. En virtud de lo cual, exigimos:
– La erradicación total de cualquier forma de tortura o agresión hacia las personas migrantes, en cumplimiento del compromiso para la defensa de los derechos humanos adquirido por los estados miembros de la ONU.
– La aplicación equitativa de los derechos y garantías procesales de cualquier persona desde el momento en el que se encuentre en territorio de la UE. Así como la supresión del carácter de inseguridad, arbitrariedad y veleidad administrativa y judicial en relación con la población inmigrante.
– El respeto de las normas internacionales y nacionales de defensa de las y los trabajadores y el fin de las limitaciones empresariales para la libre contratación de profesionales provenientes de cualquier lugar del mundo.
– El esfuerzo para favorecer el derecho a vivir en familia y la especial protección de los colectivos más vulnerables: menores y mujeres. Es necesario vincular las políticas sobre migración a factores humanitarios y sociales y no a los casi exclusivamente económicos que las rigen en la actualidad.
– El fin de la transgresión del derecho de cualquier persona a moverse libremente por todo el territorio nacional. Actualmente los y las inmigrantes tienen limitado este derecho en España a los ámbitos geográficos que abarcan sus contratos de trabajo.
– La desviación de los cuantiosos recursos públicos destinados a políticas fronterizas y expatriaciones a la consecución de la integración social y laboral de las personas inmigrantes y para la sensibilización de la población autóctona en actitudes de acogida y respeto.
El conocido dicho “trata a los demás como te gustaría que te tratasen a ti” traduce un concepto ético fundamental en el que coinciden prácticamente todas las culturas y creencias del mundo y que, sin embargo, raramente llevamos a la práctica. Hoy, 18 de diciembre de 2014, Día Internacional de las Personas Migrantes queremos poner nuestro grano de arena para que este dicho empiece a convertirse en la base real de nuestras relaciones con los demás seres humanos.
Si quieres adherirte al manifiesto comparte en twitter el hashtag #soymigrante y déjanos tu comentario.